Cáncer Urológico

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¿Qué es el Cáncer?

El cáncer es la enfermedad caracterizada por el desarrollo de células anormales que se multiplican sin control y tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido normal del cuerpo. El cáncer a menudo tiene la capacidad de propagarse por todo el cuerpo.

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Pero gracias a los avances de investigación en salud la tasa de supervivencia ha mejorando para muchos tipos de cáncer, se ha mejorado la detección temprana del cáncer, lo cual permite iniciar un tratamiento a tiempo.

Síntomas del Cáncer

Los signos y síntomas causados por el cáncer variarán según la parte del cuerpo afectada.

Algunos signos y síntomas generales asociados con el cáncer, pero no específicos de él, incluyen:

Fatiga
Bulto o área de engrosamiento que se puede sentir debajo de la piel
Cambios de peso, incluida la pérdida o el aumento involuntarios
Cambios en la piel, como coloración amarillenta, oscurecimiento o enrojecimiento de la piel, llagas que no sanan o cambios en los lunares existentes.
Cambios en los hábitos intestinales o de la vejiga.
Tos persistente o dificultad para respirar.
Dificultad para tragar
Ronquera
Indigestión o malestar persistente después de comer.
Dolor muscular o articular persistente e inexplicable.
Fiebres o sudores nocturnos persistentes e inexplicables
Sangrado o hematomas inexplicables

¿Cuándo consultar a un médico?

Si cuentas con alguno de los síntomas antes mencionados, o sólo tienes la preocupación de padecer cáncer, habla con un médico urólogo. Pregunta por los exámenes y métodos de detección del cáncer adecuados para ti.

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Causas del Cáncer

El ADN en una célula se empaqueta en un enorme conjunto de genes particulares, todos los cuales tiene un grupo de indicaciones que le dicen a la célula qué funcionalidades hacer, así como crecer y separarse. Los errores en las indicaciones tienen la posibilidad de hacer que la célula detenga su funcionalidad común y puede permitir que una célula se vuelva cancerosa.

¿Qué es una mutación genética?

Una mutación genética puede instruir a una célula sana a:

Permitir un rápido crecimiento. Una mutación genética puede decirle a una célula que crezca y se divida más velozmente. Esto crea muchas células novedosas que poseen dicha misma mutación.
No detener el crecimiento celular incontrolado. Las células típicas saben en qué momento dejar de crecer para que tenga el número justo de cada tipo de célula. Las células cancerosas pierden los controles (genes supresores tumorales) que les dicen en qué momento dejar de crecer. Una mutación en un gen supresor tumoral posibilita que las células cancerosas continúen creciendo y acumulándose.
Comete errores al reparar errores de ADN. Los genes de compostura del ADN buscan errores en el ADN de una célula y realizan correcciones. Una mutación en un gen de compostura del ADN puede significar que otros errores no se enmiendan, lo cual lleva a las células a volverse cancerosas.

Estas mutaciones son las más frecuentes que se hallan en el cáncer. Empero muchas otras mutaciones genéticas tienen la posibilidad de ayudar a provocar cáncer.

¿Qué es una mutación genética?

Las mutaciones genéticas pueden ocurrir por varias razones, por ejemplo:

Mutaciones genéticas con las que naces. Es viable que nazcas con una mutación genética que heredó de tus papás. Esta clase de mutación representa un diminuto porcentaje de cánceres.
Mutaciones genéticas que ocurren después del nacimiento. La mayor parte de las mutaciones genéticas ocurren luego de nacer y no se heredan. Una secuencia de fuerzas tiene la posibilidad de provocar mutaciones genéticas, como fumar, radiación, virus, sustancias químicas responsables del cáncer (carcinógenos), obesidad, hormonas, inflamación crónica y falta de ejercicio.

Las mutaciones genéticas ocurren a menudo a lo largo del incremento celular habitual. No obstante, las celdas tienen dentro un mecanismo que reconoce en qué momento se crea un error y repara el error. Ocasionalmente, se pierde un error. Esto podría provocar que una célula se vuelva cancerosa.

¿Cómo interactúan las mutaciones genéticas entre sí?

Las mutaciones genéticas con las que naces y las que adquieres durante tu vida trabajan juntas para provocar cáncer.

Ejemplificando, si has heredado una mutación genética que te predispone al cáncer, aquello no supone que estés seguro de contraer cáncer. En su sitio, es viable que necesites una o más mutaciones genéticas para provocar cáncer.

Factores de riesgo

Si bien los doctores poseen una iniciativa de lo cual puede incrementar el peligro de cáncer, la mayor parte de los cánceres ocurren en personas que no poseen ningún componente de peligro conocido. Los componentes que se conoce que incrementan el peligro de cáncer integran:

Tu edad

El cáncer puede tardar décadas en realizarse. Es por esa razón que la mayor parte de los individuos diagnosticadas con cáncer poseen 65 años o más. Si bien es más común en los adultos más grandes, el cáncer no es exclusivamente una patología adulta: el cáncer se puede diagnosticar a cualquier edad.

Tus hábitos

Fumar, tomar bastante más de una bebida alcohólica al día (para damas de cada una de las edades y hombres más grandes de 65 años) o 2 bebidas al día (para hombres de 65 años o menos), exposición desmesurada al sol o quemaduras solares ordinarios, ser obesos y tener sexo inseguras puede contribuir al cáncer.

Puedes modificar dichos hábitos para minimizar el peligro de cáncer, aun cuando ciertos hábitos son más sencillos de modificar que otros.

Tu historia familiar

Sólo una limitada porción de cáncer se débito a una laceración hereditaria. Si el cáncer es popular en tu familia, es virtual que las mutaciones se transmitan de un engendramiento a otra. Es virtual que seas solicitante a pruebas genéticas para ver si has heredado mutaciones que podrían crecer el ardor de llevar ciertos tipos de cáncer. Ten en cuentecilla que deber una mutación genética hereditaria no significa necesariamente que contraigas cáncer.

Tus condiciones de salud

Algunas enfermedades crónicas, como la colitis ulcerosa, pueden aumentar considerablemente el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Hable con su médico sobre sus riesgos.

Tu entorno

El entorno que lo rodea puede contener sustancias químicas nocivas que pueden aumentar su riesgo de cáncer. Incluso si no fuma, si va a lugares donde la gente fuma o vive con personas que fuman, es posible que inhale humo de segunda mano. Los productos químicos (como el asbesto y el benceno) en su hogar o lugar de trabajo también pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Complicaciones

El cáncer y su tratamiento pueden causar muchas complicaciones, que incluyen:

El dolor. El dolor puede ser causado por el cáncer o el tratamiento del cáncer, aunque no todos los cánceres son dolorosos. Los medicamentos y otros métodos pueden tratar eficazmente el dolor relacionado con el cáncer.
Fatiga. Hay muchas causas de fatiga en los pacientes con cáncer, pero por lo general se pueden controlar. La fatiga asociada con la quimioterapia o la radioterapia es común, pero generalmente temporal.
Dificultad para respirar. El cáncer o el tratamiento contra el cáncer pueden provocarle falta de aire. El tratamiento puede traer alivio.
Náuseas. Ciertos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden causar náuseas. A veces, los médicos pueden predecir si el tratamiento puede causar náuseas. Los medicamentos y otros tratamientos pueden ayudar a prevenir o aliviar las náuseas.
Diarrea o estreñimiento. El cáncer y los tratamientos contra el cáncer pueden afectar los intestinos y causar diarrea o estreñimiento.
Pérdida de peso. El cáncer y el tratamiento del cáncer pueden provocar pérdida de peso. El cáncer puede robar la comida de las células normales y privarlas de nutrientes. Por lo general, esto no se ve afectado por la cantidad de calorías que consume o por los alimentos que come; es difícil de manejar. En la mayoría de los casos, el uso de nutrición artificial a través de un tubo en el estómago o una vena no ayuda a perder peso.
Cambios químicos en tu cuerpo. El cáncer altera el equilibrio químico normal del cuerpo y aumenta el riesgo de complicaciones graves. Los signos y síntomas del desequilibrio químico pueden incluir sed, micción frecuente, estreñimiento y confusión.
Problemas cerebrales y del sistema nervioso. El cáncer puede comprimir los nervios cercanos y causar algo de dolor corporal y pérdida de función. Los cánceres que afectan al cerebro pueden causar dolor de cabeza y signos y síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como debilidad en un lado del cuerpo.
Reacciones inusuales del sistema inmunitario al cáncer. En algunos casos, el sistema inmunológico del cuerpo puede responder al cáncer atacando las células sanas. Estas reacciones muy raras se denominan síndromes paraneoplásicos y pueden causar una variedad de síntomas y signos, como dificultad para caminar y convulsiones.
Cáncer que se propaga. A medida que el cáncer progresa, puede diseminarse (hacer metástasis) a otras partes del cuerpo. La propagación del cáncer depende del tipo de cáncer.
Cáncer que vuelve. Los supervivientes de cáncer corren el riesgo de que el cáncer reaparezca. Ciertos tipos de cáncer tienen más probabilidades de reaparecer que otros. Pregúntele a su médico cómo reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Después del tratamiento, su médico puede proporcionarle un plan de atención de seguimiento. El plan puede incluir exploraciones y chequeos regulares en los meses y años posteriores al tratamiento para detectar la recurrencia del cáncer.

Prevención del Cáncer

No existe una forma definitiva de prevenir el cáncer. Pero los médicos han identificado varias formas de reducir el riesgo de cáncer, como:

Deja de fumar. Si fumas, deja de fumar. Si no fumas, no empieces. El tabaquismo está relacionado con varios tipos de cáncer, no solo con el cáncer de pulmón. Parar ahora reducirá el riesgo de cáncer en el futuro.
Evite la exposición excesiva al sol. Los rayos ultravioletas (UV) dañinos del sol aumentan el riesgo de cáncer de piel. Manténgase a la sombra y use ropa protectora o bloqueador solar para reducir la luz solar directa.
Sigue una dieta saludable. Elija una dieta rica en frutas y verduras. Elija cereales integrales y proteínas magras.
Haga ejercicio la mayoría de los días de la semana. El ejercicio regular está asociado con la reducción del riesgo de cáncer. La mayoría de los días de la semana, haga ejercicio durante al menos 30 minutos. Si no hace ejercicio con regularidad, comience lentamente y persista durante 30 minutos o más.
Mantén un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad puede aumentar el riesgo de padecer cáncer. Trabajar para lograr y mantener un peso saludable a través de una combinación de una dieta saludable y ejercicio regular.
Bebe alcohol con moderación, si decides beber. Si elige beber, ya sea una mujer de cualquier edad o un hombre mayor de 65 años, limite su consumo una vez al día; si es un hombre menor de 65 años, limite su consumo dos veces al día.
Programa exámenes de detección de cáncer. Según sus factores de riesgo, hable con su médico sobre qué tipo de detección de cáncer es mejor para ti.
Pregúntale a tu médico acerca de las vacunas. Ciertos virus aumentan el riesgo de cáncer. Las vacunas pueden ayudar a prevenir estos virus, incluidos la hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH). La hepatitis B aumenta el riesgo de cáncer de hígado y el virus del papiloma humano aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino y otros cánceres. Pregúntele a su médico si la inmunización contra estos virus es adecuada para ti.

Los textos y materiales publicados en este sitio web tienen una finalidad meramente informativa y no sustituyen en ningún caso la opinión clínica de un médico. Le sugerimos consultar a un Urólogo Certificado.

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